miércoles, 8 de abril de 2015

Por qué deberías jugar a videojuegos

No, no se me ha atragantado ninguna noticia dudosa sobre los beneficios neurológicos de jugar a videojuegos. Tampoco creo que el que lee esto deba pertenecer a mi secta social “gamer” para sentirnos identificados y compartir “megustas”. Creo que deberías jugar a videojuegos por una razón muy distinta: forman parte de tu cultura.

    No es muy común asociar estos términos, cultura y videojuegos. Mucho menos es hacerlo arte, por lo menos no desde ámbitos “serios”. Pero lo cierto es que ahí están: desde los años sesenta, el mundo del videojuego ha crecido vertiginosamente hasta convertirse en una de las industrias del entretenimiento más rentable. Varios de sus productos ya han alcanzado cifras económicas escandalosas, como el reciente “Destiny”, pero no es eso lo que importa ahora. Es algo que tiene que ver menos con los números y más con los juegos en sociedad.

    Su potencial artístico es tan evidente que asombra ver cómo, en ciertos sectores de la sociedad, sigue calando el discurso de que los videojuegos son un producto para críos o para matar el rato. No hace mucho un famoso dibujante español se asombraba de lo que costaba producir uno. A pesar de que en España empezaron a hacerse populares a finales de los ochenta (disculpadme si me quedo corto, o bailan las fechas: nací en el noventa), todavía hoy se habla de ellos como meras maquinitas para frikis. El asunto no es tan exagerado como podía ser hace quince años, pero se me entiende.

    Lo que llama la atención es que todavía hay muchos reacios que se niegan a considerarlos dignos de conversación o reflexión. Y hablemos claro: hay narraciones lúdicas muy complejas, tanto como podría ser una buena novela o un disco de Pink Floyd. Los videojuegos han desarrollado su propio lenguaje, sus estructuras y sus pautas y aún así no entran en el circuito cultural español. Y digo español, porque en otros países como Estados Unidos ya se los considera, desde hace años, materia universitaria, algo que en España es un fenómeno casi inmediato.

    No es sólo una cuestión de validez académica. Los videojuegos son un fenómeno social. De aquí a unos años, conocer productos como Minecraft o Halo se considerará cultura general. Haberlos jugado será una seña de curiosidad, como se considera tener hábito lector o ver cine con frecuencia. La sociedad se adapta a sus tiempos y lo mismo pasa con los códigos culturales. Como decía al principio, no es una cuestión de salud, aunque pueda serlo: jugar a videojuegos es también una experiencia artística, creativa y divertida.


    Hazte un favor a ti mismo y juega. Hoy día es un mercado bastante accesible y existen multitud de juegos gratuitos (y legales) en internet. El que no lo intenta es porque no quiere.

- José María

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